Cada día vemos por todas partes gente con esas vendas de colores tan “cuquis”, que antes solo se las veíamos a los deportistas.
Esas vendas son conocidas de muchas maneras: tape, kinesotape, neurotape, vendaje neuromuscular, entre otros. Todos los términos se refieren a lo mismo.
Vendajes como estos, están formados por un tejido elástico con una capa de adhesivo hipo alergénico. Las vendas ya vienen de fábrica con una tensión aplicada, pero a la hora de colocarlas, podemos darle más o menos tensión.
Con el tape, podemos limitar el movimiento de articulaciones o músculos sin necesidad de inmovilizarlos con yesos o férulas; esto nos ayuda a una mejor y más rápida recuperación sin perder movilidad ni masa muscular. Con esto no quiero decir que sustituya al yeso o a las férulas, ambos son necesarios en casos graves como fracturas.
Pero en casos no tan graves son muchas veces una gran ayuda y una excelente solución.
Limitar movimientos para ayudar a la recuperación de lesiones, es una de sus aplicaciones, además podemos, según la dirección en la que coloquemos las vendas, ayudar a relajar un musculo o bien a estimularlo, o utilizarlas para drenar zonas con edema (inflamaciones).
En casos de personas que por una razón u otra hayan estado mucho tiempo sin poder moverse, podemos colocar las vendas para ayudar a la estimulación de ese musculo y que recupere su función más rápido.
En el caso contrario, cuando una persona tiene un musculo hipertónico, demasiado tenso o contracturado, podemos colocar la venda de un modo específico para ayudar a relajar ese musculo.
En los casos de edemas, podemos ayudar a la circulación tanto de la sangre como de la linfa colocando las vendas de modo que favorezcan la circulación de retorno.
Aparte de los efectos anteriores, el hecho de que la venda impida el movimiento de la capa más superficial de piel (epidermis) con respecto a las dos más profundas (dermis e hipodermis), tiene un efecto analgésico, ya que las terminaciones nerviosas que envían la señal de dolor al cerebro, están localizadas entre la segunda y tercera capa de piel.
La inmovilización de la epidermis, obliga a una friccion entre la dermis y la hipodermis, y eso genera un efecto analgésico y anti inflamatorio.