Dentro de la Osteopatía, podemos encontrar varias técnicas, la Técnica Estructural, que trabaja sobre tejidos blandos y huesos; la Técnica Visceral, con la que tratamos órganos internos y vísceras, y la Técnica Craneo-Sacral ( o Sacro-Craneal), que es sobre la que vamos a hablar aquí.
En el cuerpo podemos distinguir varios ritmos, el cardíaco, el respiratorio, y otro ritmo vital que suele pasar desapercibido, el Movimiento Respiratorio Primario, (MRP), que es el del sistema craneo-sacral.
Aunque su nombre habla de Movimiento Respiratorio, nada tiene que ver con el ritmo la respiración en si…
El MRP ( Movimiento Respiratorio Primario) se da de manera casi imperceptible como resultado de la producción y reabsorción del líquido cefalorraquídeo lo que provoca un ligero movimiento del cerebro, los huesos del cráneo y del sacro.
El ritmo sacrocraneal ó MRP, sigue una frecuencia de 6 a 12 veces por minuto ( unos 8” +/- de apertura y 8” +/- de cierre) y es totalmente independiente del ritmo cardiaco y del ritmo respiratorio.
El Líquido Cefalorraquídeo baña todo el sistema nervioso desde el cráneo hasta el sacro-coxis. La única forma de sentir el MRP, es a través del tacto, de la palpación. De él parten todos los sentidos, las emociones y también las funciones motoras de todo el organismo, motivo por el cual se le da tanta importancia.
La terapia cráneo-sacral consiste en el tratamiento de los tejidos y huesos del cráneo. Podemos utilizar esta terapia para resolver o ayudar con problemas como la demencia senil, al estrés, el insomnio o el vértigo.
Además posee virtudes como terapia profunda del dolor.
Se realiza mediante un tacto suave directamente sobre la cabeza y los huesos del cráneo, y en ocasiones también sobre el sacro.
El Dr. Sutherland, (creador de la Osteopatía) descubrió que las suturas del cráneo se mueven, y que no forman un casco rígido como hasta entonces creía la medicina
El terapeuta realiza el diagnóstico mediante el tacto con sus dedos y manos y deshace los bloqueos que producen la limitación de movimiento y la posible dolencia. La simple palpación libera los puntos de restricción y finalmente se consigue entablar un diálogo interior que es lo que pone en marcha el proceso de curación del paciente, a través de la liberación del tejido fascial, el cual va relajando las tensiones y permitiendo la libertad de movimiento de músculos, órganos, vísceras….
La Técnica Craneo-Sacral, está indicada en casos en los que es necesario aliviar cualquier proceso doloroso, como cefaleas, migrañas, molestias cervicales, lumbago, etc.
Hemos de tener en cuenta, que las restricciones de movimiento de las membranas del cráneo, provocan a su vez limitaciones en el correcto movimiento del cerebro; movimiento que bien sea de expansión durante las fases de crecimiento, como el MRP, a través del cual se nutre y elimina toxinas.
Estas limitaciones, pueden afectar a las correctas funciones cerebrales dependiendo de la zona que se vea comprometida, pudiendo ser la zona del habla, el oído, la vista, acciones motoras como andar, correr, coordinación de movimientos; o sobre las áreas que controlan nuestra memoria, nuestra capacidad de imaginar, crear….
Es por todo esto que con la Técnica Craneo-Sacral, aparte de aliviar problemas físicos y dolorosos, también podemos influir en el perfecto funcionamiento de nuestro cerebro y sus funciones.
Aquí llegamos al punto de la importancia de la aplicación de esta técnica en los bebés recién nacidos, puesto que durante el proceso del parto, los huesos de su cabeza se modifican para poder salir por el canal de parto, y posteriormente han de recuperar su lugar correcto, algo que en muchas ocasiones no sucede y ahí puede darse el origen de posibles problemas a posteriori…
De los 0 a los 8 años, el cráneo del bebé es muy maleable y esta técnica resulta muy efectiva en este periodo pudiendo solucionar cualquier desajuste, que cuando el niño o niña tenga más edad sería más complicado puesto que según va creciendo, las tensiones de las membranas y fascias aumentan, algunas lesiones pueden fijarse y el cuerpo tiende a calcificar y fijar suturas que carecen de movimiento.
Tratamiento medio: Entre 4 y 8 sesiones de una hora dependiendo del tipo de problema. La frecuencia aconsejada entre sesiones es de una vez por semana o cada quince días.
Resultados: Tiene efectos permanentes y duraderos, aunque siempre es recomendable continuar con las pautas de seguimiento recomendadas por el terapeuta cráneo-sacral.