En un embarazo sin complicaciones, suele ser normal que sobre la semana 28 y la semana 32, la mayoría de los bebés se den la vuelta y se coloquen cabeza abajo, preparándose para en el momento del parto, salir con la cabeza primero. Algunos bebés se pasan las siguientes semanas dándose la vuelta una y otra vez. Otros, por el contrario, no llegan a darse la vuelta nunca y cuando llega el momento del parto ellos están tan a gusto colocados de nalgas, pero en esa posición el parto no es nada fácil y correría peligro tanto el bebé como la mamá.
Según los médicos, en un porcentaje de entre un 3% y un 4% de los embarazos, el bebé llega al parto en esta posición. Cuando las ecografías de las últimas semanas muestran a un bebé de nalgas, algunas madres se inquietan; en este caso es importante mantener la calma y empezar a observar opciones.
Una de las opciones menos agresivas para el bebé y la madre, es sin duda ayudar al bebé a colocarse en la posición correcta; y eso lo podemos hacer con la Osteopatía con una técnica sencilla y nada agresiva en la que con un suave masaje en la tripa de la madre, favorecemos el cambio de posición.
En muchas ocasiones con una sesión es suficiente, pero en otros casos, si el pequeño o la pequeña son guerreros es posible que haya que repetirla más veces.
No es problema cuantas veces haya que recolocar al bebé, incluso puede utilizarse esta técnica cuando se esta acercando la fecha del parto y en casos extremos justo antes del mismo.